Este sabroso plato que ha alimentado a muchas generaciones tiene su propio día para ser celebrado
TENDENCIAS.- Hoy por hoy pareciera que hay día para todo, y el Bistec a lo Pobre no se queda atrás. Este 24 de abril es el Día Nacional de este exquisito plato que a muchos chilenos y chilenas nos encanta.
Carlos Reyes, crítico gastronómico chileno, profesor de periodismo gastronómico de la Universidad de Chile y director de la revista “CAVAS, amigos del vino”, explica que este plato proviene de la cocina francesa y que desde que llegó a Chile, principalmente a negocios gastronómicos de Santiago, con el tiempo se fue deformando en su preparación y también en su nombre.
En cuanto al mito detrás del nombre de este plato, Reyes señala que la combinación de carne, papas fritas, huevos y cebolla “forma parte de los llamados platos de resistencia, que significa que son platos tan contundentes que a uno le sirve para todo el día”, lo que vendría a explicar el “alivio para el bolsillo” de quienes lo eligen.
Añade que uno de los derivados del bistec a lo pobre es la conocida chorrillana. “Lo conversé hace algún tiempo atrás con los dueños del J. Cruz de Valparaíso y ellos me contaban que se creó a fines de los 70 y principios de los 80, para poder dar acceso a comida barata a los estudiantes, que no tenían acceso al bistec a lo pobre”.
¿Cómo sería un buen bistec a lo pobre?
“Tiene que ser un generoso trozo de lomo liso a punto, idealmente -por lo menos a mi gusto-, la cebolla tiene que estar caramelizada, ya sea a través de la fritura o algún tipo de cocción, pero que quede al dente, que no quede deshecha. También el huevo bien frito, o sea con la yema turgente, que después uno la pueda remojar muy bien en papas fritas, y que estas no estén congeladas y que estén fritas en doble cocción, primero fritas en baja temperatura y luego en aceite de alta temperatura para darle el toque crocante; corte ni tan grueso ni tan delgado, ese sería para mi lo ideal de ese plato”, según describe Reyes que ha dedicado su vida a la gastronomía.
