Quintero – Puchuncaví: una sola voz y un solo discurso

Publicado el at 10:38 am
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Es momento de cambios y no de seguir quejándose. En este país somos expertos en aludir a la “politización” de los temas para chutear la pelota para adelante, aprovechando otra condición patriótica: nuestra mala memoria.

Mario Campos Vinet
Editor

¿Usted recuerda los incendios de Valparaíso? Tres semanas y todo un país conmovido por cómo cientos de porteños perdían sus casas “en vivo y en directo”, pero un mes más tarde solo los afectados se mantenían construyendo sus mediaguas.

Así es Chile. Solidario en la inmediatez y de memoria frágil para recordar a políticos corruptos, alcaldes inoperantes, ejecutivos sinvergüenzas, corredores de la bolsa estafadores, descuartizados y descuartizadores.

Y hoy, son Quintero y Puchuncaví las ciudades que están en el “ojo de la tormenta”.

Pero el discurso de cada uno de los intervinientes es disperso, quejumbroso y débil. El problema es que aunque hay un frente común, que es terminar con la contaminación, al final cada uno baila su propia música.

Desde el Gobierno se intenta plasmar una postura dura e intransigente contra las empresas del cordón industrial, pero el peso económico que cada una de ellas representa, es una presión. Con solo semanas de paro, cada firma estaría obligada a proyectar términos de contratos con proveedores, subcontratistas y hasta personal propio.

Desde los grupos medioambientalistas se exigen indemnizaciones y cambios de leyes, una aspiración que viene de los años ochenta. Pero sus acciones de protesta solo han hecho que la zona se empobrezca más, “espantando” a los turistas hacia otros puntos de la región. De hecho, la permanencia de estos “manifestantes” en carpas frente al municipio desde hace un mes, no es bien vista por muchos quinteranos, habituados a estos vaivenes.

Pero estos movimientos son los que generan mayor cabida entre los cientos de estudiantes que se han movilizado por estos días, quienes exigen cambios radicales al actual Gobierno de derecha. Y en honor a la verdad, hay que decir que ningún Gobierno podrá cambiar la historia, al menos de la noche a la mañana.

Y en este tema los municipios, si bien levantan la voz, también llevan una vida con Dios y el Diablo. Las empresas son resistidas, pero muchas de ellas apoyan los proyectos locales que el Estado no puede financiar.

Y hasta quizás si los pescadores han sido los más certeros en todo esto, pues son los únicos que han venido reclamando contra la contaminación desde hace más de 30 años, cuando empezaron a empobrecerse. Pero eran pescadores. Y en un país político-oligárquico, era imposible oírlos.

De todo este embrollo, al menos hay que agradecer que el foco nacional se mantiene en la Bahía de Quintero. Pero existe la urgente necesidad de unificar el discurso. Una sola voz para todo. Plan de Descontaminación, cierre de fábricas, reforestación, planes de monitoreo, quién sabe. Pero solo una voz. Porque hasta ahora es el mismo baile para todos, pero pareciera que cada uno lleva su propia música.

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