Quillotano trabajó pintando la casa de Bill Clinton en Estados Unidos

Publicado el at 4:38 pm
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Durante tres semanas estuvo a cargo de los trabajos en el hogar del ex presidente e incluso recibió una carta de recomendación de Hillary Clinton

QUILLOTA.- Cuando tenía 11 años, Eduardo Maldonado Jiménez llegó desde Arica a Quillota junto a sus padres y a sus ocho hermanos. En esta comuna vivía gran parte de su familia materna, por lo cual el proceso de adaptación no fue difícil. Estudio en la Escuela N° 1 y luego en el Liceo Santiago Escuti Orrego, para luego de egresar cumplir con el Servicio Militar y dedicarse a labores del campo.

Sin embargo, como las cosas no estaban de lo mejor en el aspecto económico, en 1995 decidió emigrar a Estados Unidos donde se encontraban dos de sus hermanos, con la idea de tener un mejor futuro y conseguir un buen trabajo en el llamado “país de las oportunidades”.

Al llegar a Port Chester, en el Estado de Nueva York, fueron sus hermanos quienes le enseñaron el oficio de pintor de casas, comenzando así a trabajar en distintas empresas de la zona. Era costumbre que en sus vacaciones viajara a Quillota, para visitar a su familia y amigos.

Y fue en uno de estos regresos cuando conoció a Mariam Ramírez, la mujer que se convirtió en su esposa en el año 2000 y con quien, luego de unos meses, regresó a Estados Unidos junto a su primera hija, Ornella.

Sin embargo, no todo fue fácil. “El año 2001, cuando se cayeron las Torres Gemelas, vivíamos como a 30 minutos de Manhattan. Como la psicosis era mucha, mi esposa decidió regresar junto a mi hija. Yo seguí viajando esporádicamente a Chile, mientras en Estados Unidos continuaba trabajando en empresas de pintura”, contó Eduardo.

Luego de unos años nació su segunda hija, Antonia. Esto motivó aún más su deseo de regresar a Quillota, por lo que el 2005 retornó a su tierra aunque tres años después, por algunos problemas familiares, decidió regresar y continuar con su trabajo de pintor de casas en Estados Unidos.

SALUDOS A BILL CLINTON

En el año 2011, mientras trabajaba junto a su hermano en una empresa de pinturas, ésta obtuvo la licitación para pintar la fachada de la casa de Bill y Hillary Clinton en Chappaqua, un lugar ubicado en el condado de Westchester en el Estado de Nueva York.

Entre los escogidos para desarrollar este trabajo estaba Eduardo, su hermano Héctor y otros trabajadores, los que estuvieron por cerca de tres semanas pintando la fachada de la casa de los Clinton, teniendo la posibilidad de ver al ex presidente de Estados Unidos casi a diario.

“Fue una experiencia muy bonita, porque era casi un honor estar trabajando en la casa de un ex presidente. Al señor Clinton lo veíamos casi todos los días que salía por la cocina, rodeado de guardias, pero siempre nos saludaba. Y a la señora Hillary la veíamos salir los martes y ella regresaba los fines de semana. Aunque nunca intentamos acercarnos a Clinton, cada vez que él salía a tomar aire nos saludaba” recordó Eduardo.

Aunque por contrato de trabajo ni Eduardo ni sus compañeros pudieron fotografiar la casa de este importante presidente estadounidense, al terminar las obras Hillary Clinton escribió una carta de recomendación para la empresa que pinto su hogar, por el buen trabajo realizado.

Gracias a esto Eduardo y sus hermanos tuvieron excelentes meses de trabajo, logrando ganar buenas cantidades de dinero que les permitían mantener a las familias que tenían en Chile.

Dos años después Eduardo decidió regresar a Chile para estar junto a su madre que se encontraba complicada de salud, aunque luego de cuidarla durante tres años ella falleció.

Actualmente este quillotano trabaja como taxista, sin embargo, siempre se encuentra disponible para desarrollar su oficio de pintor de casas gracias a la gran experiencia que adquirió en Estados Unidos. Por lo tanto, quienes deseen ubicarlo, pueden llamar al fono +56 9 4271 4172 y solicitar así sus servicios de pintor.

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