Según la dueña del recinto, Marie Ziller, los apoderados y residentes han tomado la medida con mucha conciencia con el fin de prevenir la pandemia de Coronavirus
QUILLOTA.- Sin duda, el grupo de mayor riesgo frente a la amenaza del Coronavirus es el de los adultos mayores. Es por eso que se han extremado las medidas para su resguardo, aunque esto signifique un gran dolor para ellos. Algo de esto es posible palpar en los hogares de ancianos y casas de reposo, donde las visitas han sido restringidas en su totalidad con el fin de prevenir cualquier posible contagio que, en un adulto mayor, podría ser fatal.
Pese a este complejo panorama, en la Casa de Reposo “Nuevo Rayito de Luna” han encontrado en esta crisis una oportunidad para acercar a los mayores a la tecnología, usando distintas herramientas para que sus 16 huéspedes no pierdan el contacto con sus familias. La dueña de la institución, Marie Ziller, explica que “la idea surgió antes de todo lo que hoy acontece. Comenzamos con la restricción de visitas días antes del comunicado nacional, para ver la reacción y organización con apoderados y familiares de nuestros residentes”.
Para Ziller lo primordial era la salud y bienestar de los adultos mayores, por lo que pensó en algunas medidas para evitar cualquier tipo de peligro. Y no solo relacionado con la exposición al Covid-19, sino a cualquier otro tipo de enfermedad. “Los apoderados y familiares tomaron la medida propuesta con mucha aceptación y conciencia. Eso sí, para quienes son más concurrentes a nuestras dependencias, ha sido muy duro no poder estar en contacto directo con sus seres queridos”, cuenta.
TELEVISITAS
Además de continuar comunicados con sus familias, los adultos mayores se han acercado mucho más a la tecnología gracias al sistema de videollamadas que ha implementado la casa de reposo. “Muchos de ellos, con solo escuchar la voz de sus familias, ya se dan por pagados. Publicamos constantemente fotografías en nuestra página de Facebook y mostramos nuestras actividades recreativas. A veces nos salimos del régimen habitual con cositas dulces como churros, calzones rotos, sopaipillas y otras cositas ricas”, dice la dueña entre risas.
Agrega que, afortunadamente, los contactos telefónicos son constantes y diarios. “Las videollamadas son a través del teléfono celular y se hacen de forma independiente, donde la frecuencia es a libre albedrío, todos los días. Si bien a veces las realiza el apoderado, también por petición de nuestros residentes los comunicamos directamente con sus familias”, relata la dueña de la casa de reposo.
La mujer agrega que, además de esto, se han tomado otra serie de medidas sanitarias para el personal de servicio, señalando que la sala de recambio se encuentra ahora totalmente aislada para los residentes. “Nuestras trabajadores deben dejar todas sus pertenencias, ya sea ropa de salida, zapatos, joyas u otros, en su casillero, para luego usar su vestimenta de trabajo con su correcto lavado de manos y comenzar su jornada laboral”.
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