¿Quién es el “Diostor”?

Publicado el at 28/07/2017
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juan pablo rojas
Juan Pablo Rojas Ahumada – Periodista

La discusión parlamentaria sobre el aborto en tres causales ha sido, sin duda, el debate más interesante de las últimas semanas y también el que ha generado más ronchas entre partidarios y detractores del proyecto de ley.

Para quienes no somos creyentes, los argumentos valóricos de los parlamentarios que rechazan la medida, molestan de sobremanera, molestan porque no deberían tener cabida en un estado laico, molestan porque sólo se basan en su doctrina y la madre queda relegada a un segundo plano.

Estos argumentos molestan porque niegan la decisión de velar por su propio cuerpo a la mujer que ve en peligro su propia integridad, a la mujer que debe cargar con un hijo condenado a muerte hasta el final de su embarazo y a la mujer que fue vejada y violentada hasta concebir a una criatura en contra de su voluntad.

Para las mujeres que han sufrido por la necesidad de tener que practicar un aborto terapéutico es duro ver cómo la diputada Nogueira no logra ser lo suficientemente empática con su propio género y prefiera penalizar esta práctica.

Tuvo que ser otra parlamentaria de derecha, la senadora por nuestra zona, Lily Pérez, quien alzó la voz para defender el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo.

El resguardo de la vida del que está por nacer siempre será importante, pero debería ser decisión del médico elegir si es más importante que la vida de la madre”.

Por otra parte, si bien la mayor parte de las críticas se les atribuyen a nuestros legisladores, existen más detractores de este proyecto de ley que podrían dificultar y hasta evitar la aplicación de la misma si finalmente logra ser aprobada.

Desde la presentación oficial del proyecto en 2014, hasta ahora se han realizado diversas modificaciones, entre ellas, una de las principales es la “objeción de conciencia”, facultad que tendrían en primera instancia los médicos, y ahora todo su equipo de trabajo, para rechazar la práctica de un aborto si su posición valórica no se lo permite.

Esto puede ser un claro problema para la mujer que necesite un aborto, y desde 2015 lo dejó muy claro el rector de la Pontificia Universidad Católica, señalando que en la red de centros hospitalarios de la PUC no se realizarán abortos, sea esta ley o no, apelando a la objeción de conciencia, postura que se han reafirmado en las últimas semanas.

El resguardo de la vida del que está por nacer siempre será importante, pero debería ser decisión del médico elegir si es más importante que la vida de la madre. Es hora de darle a la mujer el lugar que se merece, como sociedad no podemos permitir que la fe de políticos y médicos con complejo de “Diostor” guíen nuestros destinos.


Foto referencial: Maudite Zine
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