Hace 10 años, emprendedores forman un circuito turístico que atrae a visitantes de diferentes lugares, aunque la contaminación y los incendios los han afectado
PUCHUNCAVÍ.- Durante el año 2000, los padres de Patricio Espinoza Ramírez compraron un terreno en la localidad de Pucalán, Puchuncaví y se trasladaron desde Santiago para comenzar una nueva etapa. Él, en cambio, se fue a fui a vivir a Valparaíso e hizo un curso de formación de yoga.
El Licenciado en Artes Visuales los iba a visitar de vez en cuando y con el tiempo comenzó a tener alumnos de yoga y finalmente decidió quedarse en la comuna. Constanza Justiniano Vera, su esposa, era una de sus alumnas y con ella creó la Granja agroecológica Karuna de Pucalán, proyecto que mantienen en conjunto.
“Mi señora es nacida y criada en Puchuncaví. Ella es educadora de párvulo y trabaja en el jardín de Ventanas. Sus papás son de acá y principalmente su mamá es de campo, proviene de lo que se llama la agricultura familiar campesina. Ella era alumna mía. Dejó de serlo, nos casamos y nos vinimos a vivir a Pucalán hace más de diez años”, cuenta el usuario del Programa Prodesal de Indap.
“Partimos en el rubro de la apicultura hace ocho años atrás, pero por falta de agua nos vimos afectados y decidimos, por consejo también del encargado de turismo rural de Indap, cambiar de rubro y ahí con el paso del tiempo hemos ido haciendo cambios en el enfoque de trabajo y en lo que nos hemos orientado estos últimos cuatro años es tener una granja agroecológica en la que desarrollamos diferentes actividades como granja educativa, servicio de once y desayuno, venta de productos orgánicos, de flores de corte, mermeladas caseras, pan amasado y pastelería”, explica.
AGRUPACIÓN DE TURISMO RURAL DE PUCHUNCAVÍ
En septiembre de 2016 se creó la Agrupación de Turismo Rural de Puchuncaví y desde entonces Patricio Espinoza Ramírez la preside. La organización cuenta con doce socios activos que se distribuyen entre las localidades rurales de la comuna y juntos buscan potenciar la importancia del patrimonio natural y cultural que existe en la zona, muchas veces desconocido por la visible presencia del parque industrial.
Al ser consultado por los impactos que ha tenido la crisis ambiental en el funcionamiento de la granja, Patricio señala que ha significado una baja en sus ingresos dada la disminución de afluencia de visitantes.
“El año pasado teníamos calendarizado septiembre y desde la primera alerta amarilla se suspendieron todas las actividades, y luego de la supuesta vuelta a la normalidad, solo tres colegios nos visitaron el año pasado. Aun así, nosotros participamos de todas las movilizaciones que se han hecho. Estoy vinculado a la asamblea que se formó y reúne a varias organizaciones de tipo social y medioambiental. Estuvimos trabajando en el evento Chile un solo territorio que se hizo en el borde costero de Ventanas patrocinado por la Fundación Víctor Jara y estamos involucrados socialmente con la comunidad. Nos interesa que el problema socioambiental se visibilice de manera correcta para poder encontrar soluciones concretar para la comunidad”, comenta.
OTRO MAL: LOS INCENDIOS
Así como ha sucedido con los problemas ambientales, este inicio de año ha sido aún más complejo, por el efecto de los enormes incendios que han afectado a zonas rurales. Uno de los más extensos se dio en Puchuncaví, lo que mantiene alerta a este dirigente del agroturismo.
Sobre el tema, Patricio Espinoza detalla que como agrupación y otras organizaciones comunitarias han estado trabajando en el rescate del patrimonio vinculado a la biodiversidad que tiene Puchuncaví y por eso es fundamental que sean efectivas las campañas preventivas.
“Parte de eso es el bosque de bellotos del norte y el tayú, que se ha sido afectado por el incendio que hay ahora entonces nos preocupa, pero aún no tenemos un protocolo de emergencia por lo que nos reuniremos prontamente para conversarlo”, finalizó.
