Petorca: Su casa se incendió pero rescató 600 mil pesos que tenía escondidos en la pared

Publicado el at 6:02 pm
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En este inmueble vivía Juan Ramos y su madre, quien al enterarse del fuego fue a buscar el dinero que tenía guardado

PETORCA.- Eran pasadas las 14 horas del martes y en Hierro Viejo todo transcurría con total normalidad. Sin embargo, a medida que nos acercábamos a la conocida piscina de la localidad, un fuerte olor a cenizas se hacía cada vez más latente en el ambiente.

Allí nos encontramos con Juan Ramos, quien está en la puerta de la que era su casa. Nos cuenta que junto a su madre Guadalupe Araya, de 70 años, se habían levantado muy temprano para ir al municipio en Petorca a realizar unos trámites con el cementerio, luego de haber enterrado a una tía el sábado.

“Nosotros salimos a eso de las 9:15 de la mañana y, luego de 30 minutos, nos avisaron que algo pasaba en nuestra casa”, cuenta mientras abre la reja. Agrega que fue un vecino el que lo llamó telefónicamente y le advirtió lo que estaba sucediendo.

“Me dijo que las llamas comenzaron en el patio trasero de la casa. Entonces, puede haber sido un vidrio o alguna colilla de cigarro que la gente lanza sin apagar, porque cuando salimos me aseguro de apagar todo”, explica Juan, mientras caminamos en medio de las cenizas.

UN MILAGRO EN MEDIO DE LA TRAGEDIA

Guadalupe Araya vivía desde los 18 años en dicho lugar. Gracias a un subsidio pudo agrandar su hogar hace unos años, adquiriendo una salamandra para abrigarse en el invierno. Por lo mismo, ve con tristeza como los recuerdos de toda una vida se perdieron entre las llamas.

Si bien las pérdidas materiales son casi totales, exceptuando unos calcetines, poleras y otras pocas prendas, para Ramos lo más urgente era que el fuego no siguiera a la casa del vecino y “que se hubiese quemado la cuadra”. Mientras charlamos con Juan el humo aún salía por las paredes y al pisar la superficie, a pesar de haber agua con ceniza, el calor traspasaba la base de los zapatos.

Guadalupe había pedido un préstamo hace tiempo y, cuando supo que todo estaba quemado, clamó para que la llevaran hasta donde yacían las paredes de su casa, buscando en una esquina de una pieza lo que tenía guardado. “A nadie le había dicho y al sacar una caja, la abrió y estaban 600 mil pesos intactos”, contó su hijo.

Pero lo que más agradece Juan es que el siniestro sucedió cuando no estaban en la casa, porque “ayer mi mamá estuvo acostada todo el día y si hubiese ocurrido cuando ella estaba allí, ¿qué habría pasado? Por algo suceden las cosas”, reflexiona un poco más tranquilo.

Durante la jornada también se hizo presente el Departamento Técnico de Bomberos de Los Andes para investigar lo sucedido, ya que al cierre de esta edición aún no había claridad de cómo se iniciaron las llamas. Mientras, la Gobernación asistió para ayudar en gestiones con su Departamento Social y el Serviu.

Al ver la salamandra que su madre compró con esfuerzo, y mientras lleva entre sus manos las prendas que salvó, Juan dice que “será momento de levantarse”, mientras observa lo que horas atrás era el pasillo de su casa.

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