PDI advierte sobre las nuevas formas de estafa telefónica en tiempos de pandemia

Publicado el at 11/06/2020
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Sólo en dos semanas se han registrado siete denuncias, por montos que van desde los 150 mil hasta los dos millones de pesos

QUILLOTA.- A propósito de la pandemia y el llamado a permanecer en casa, las ventas por Internet se han convertido en una excelente alternativa para adquirir los productos necesarios sin tener que salir del hogar. De hecho, esto ha sido tomado como una oportunidad por parte del comercio minorista, que ha comenzado a ofrecer la entrega de mercadería a domicilio a través de este canal.

Pero lamentablemente esto también ha sido aprovechado por inescrupulosos, que utilizan las redes para estafar a sus potenciales víctimas y sustraer importantes cantidades de dinero.

Así lo dio a conocer el jefe de la Brigada de Investigación de la PDI de Quillota, comisario Wladimir Benavides Bastías, quien advirtió que sólo en las últimas dos semanas se han reportado siete casos de esta naturaleza, por montos que van desde los 150 mil hasta los dos millones de pesos.

De acuerdo al oficial quillotano, uno de las formas que utilizan los estafadores para engañar a las personas tiene que ver con la obtención de datos a través de las compras telefónicas, que previamente han sido acordadas por Internet o redes sociales.

ENGAÑO TELEFÓNICO

El comisario Benavides explicó que “hay personas que nos han denunciado que les han transferido dinero desde su cuenta a un tercero sin haber entregado sus datos ni sus claves. Sin embargo, este tipo de estafa a veces ocurre después de que la persona vendió algún artículo a través de cualquiera de las diferentes plataformas virtuales”.

¿Cómo funciona esto? El estafador llama por teléfono a su víctima para comprar lo que está ofreciendo, donde inventa un nombre y empieza a alargar la conversación para ganar su confianza. Uno de los datos que pide para pagar la supuesta compra es el número de cuenta para hacer la transferencia, información que el vendedor entrega de inmediato.

En ese intertanto, desde otro teléfono móvil, un tercero ingresa a la aplicación del banco e intenta entrar a la cuenta de la potencial víctima, la cual queda bloqueada tras errar las claves. Y como ocurre en estos casos, cuando la persona quiere recuperar el ingreso a su cuenta, puede hacerlo pidiendo el envío de una nueva clave a su correo electrónico o a su teléfono.

En ese momento el ladrón ya tiene en su poder varios datos, como el nombre completo y el RUT de la persona. Eso sí, la llamada telefónica aún no ha terminado. Por lo tanto, el otro estafador se comunica con el banco donde dice que le robaron el celular y necesita que le envíen su clave a otro número.

Por protocolo, se envía un mensaje al número inicialmente guardado, pero como la llamada aún está en curso, no siempre el equipo notifica la llegada del mensaje cuando esto sucede. Por eso, el estafador que está en la línea con el ejecutivo del banco, refuerza el hecho de que no tiene el mismo número de celular.

“De esta forma, ya con la nueva clave, el sujeto ingresa a la aplicación y puede hacer los movimientos bancarios que quiera. Esta es una de las modalidades más comunes de engaño. Es importante recalcar que esto sucede ya que la llamada en curso impide que el mensaje de seguridad llegue al titular de la cuenta”, aseguró el oficial de la PDI.

OJO CON LAS TRANSFERENCIAS

Otra de las fórmulas utilizadas tiene que ver con que los estafadores, con los datos recogidos previamente a través de Internet, van a una empresa telefónica con un poder simple falsificado para autorizar el retiro de un chip asociado un cliente. Ese pequeño aparato tiene el mismo número, por lo cual pueden realizar varias acciones asociadas a él.

“El patrón común en todas las estafas es que la víctima entrega información sensible. El delincuente tiene información básica como el nombre y el número de la persona, donde sólo le falta el tipo de cuenta y su banco. Obteniendo esos datos, pueden acceder a las aplicaciones de estas entidades y generar estos robos”, aseveró el comisario de Quillota.

Finalmente, aseguró que hay que tener mucho cuidado cuando nuestras cuentas tienen movimientos por un peso. “Pueden parecer inofensivos, pero no lo son. Cuando hago una transferencia, por el monto que sea, la otra cuenta queda como frecuente y, por ende, no tengo tope de transferencia ni tampoco me pide clave. Hay que estar atento a cualquier movimiento extraño”.

Por lo tanto, el jefe policial afirmó que, en caso de ser víctima de un ciberdelito, éste debe ser denunciado inmediatamente. Incluso se puede realizar personalmente en la unidad de calle La Concepción 161, donde tomando todas las medidas de protección por el Covid-19 serán atendidos para iniciar las diligencias investigativas y poder dar con los ciberdelincuentes.

 

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