Madre de Nicole Saavedra: “No quiero morir sin saber quiénes asesinaron a mi hija”

Publicado el at 27/06/2019
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Tres años lleva esperando la mamá de la joven para que la justicia le responda

NOGALES.- A tres años del brutal crimen de Nicole Saavedra Bahamondes, familia y amigos están desesperados. Aún no hay siquiera sospechosos del macabro hecho, que enlutó al distrito de El Melón, cuando desapareció el 18 de junio de 2016. Ese día fue vista por última vez con vida, en un paradero de La Cruz, cerca de las 8 de la mañana, cuando esperaba locomoción para llegar a su casa de El Melón, tras asistir a una fiesta.

Quienes estuvieron con ella minutos antes fueron dos de sus amigos que tomaron la micro. Iban a otro sector de Nogales. Desde entonces y por siete días nada se supo de la joven, hasta que encontraron su cuerpo inerte, maniatada, con signos de violación y tortura, en el embalse Los Aromos de Limache.

La autopsia determinó que falleció tras recibir múltiples traumatismos en el cráneo y en el rostro. Tras el hallazgo se inició una investigación para dar con el o los responsables, pero hasta ahora no avances y la familia exige explicaciones.

Activistas de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres consideraron que se trató de un “crimen de odio”, contra la orientación sexual de la víctima, ya que era lesbiana y diversos medios de comunicación hemos realizado crónicas y artículos sobre el caso. Pero nada de eso ha sido suficiente. La causa sigue sin responsables. Incluso la BBC de Londres, a través de su plataforma digital, realizó un extenso reportaje del caso, exponiendo a nuestra zona como un lugar donde “las lesbianas están desprotegidas”.

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MADRE ANGUSTIADA

La mayor afectada es la madre de la joven, Olga Saavedra. Lejos de poder superar el alevoso asesinato de su hija, se ha ido enfermando. Se mantiene con apoyo de psicólogos y psiquiatras, para sobrellevar su profunda pena.

“La primera semana que estuvimos buscando a Nicole yo estaba trastornada. Incluso se me durmió la mitad de la cabeza. No sentía nada en un lado. Fue terrible. Nicole era todo para mí, una niña buena, que me ayudaba, que dormía conmigo y que todos la querían por su humildad. Yo fui papá y mamá de ella, mi hijo el mayor vive con su pareja y nosotros estábamos solas las dos”, rememora Olga a “El Observador”.

Olga recuerda esos tranquilos días en que trabajaba en las naves de tomates en Purutún y Nicole la ayudaba haciendo jaleas para que las vendieran al otro día en el trabajo.

“Cuando yo llegaba como a las 18 horas, a veces me esperaba con el almuerzo hecho, la mesa puesta y siempre con una sonrisa. Era calladita, nunca peleó. No se cómo alguien pudo hacerle tanto daño. Esa tarde almorzó pollo con arroz, se puso una ropa nueva que yo le había comprado y me dijo: ‘Mamá, voy a una fiesta en La Cruz pero me quedaré allá porque salir de noche es peligroso’. Así que nos despedimos y fue la última vez que la vi. Cuando la encontraron se me derrumbó todo, me empezó a afectar al corazón, pasé en el hospital llena de cables, porque me estaba quedando sin oxígeno. Fue un infierno”, relata.

Desde entonces, la angustiada madre no ha podido dormir bien y debe estar siempre con medicamentos. Aún así, el sábado se atrevió a ir a la marcha.

“Parecíamos nosotros los delincuentes. Estábamos pidiendo justicia y nos mojaron, nos tiraron bombas lacrimógenas y nuestras manifestaciones son para que aceleren los procesos. ¿Cómo en estos tres años no van a saber nada? Casi me muero cuando desde la fiscalía de La Calera me llamaron y yo pensaba que era para decirme algo y era para preguntar si yo sabía algo. Aquí hay algo raro o la ineficiencia de las policías es impresionante”, declara.

“Me dicen que me vaya lejos para descansar, pero la angustia la llevo adentro y en cualquier parte estaré pensando. Mi sobrina es quien está viendo todo, porque yo no puedo. No doy más. Tengo miedo de que me dé un infarto. El doctor me dijo que no podía pasar más impactos, ni agitarme. Esto parece una pesadilla. Como que no es real. Pido que el fiscal se mueva. Que haga algo. No quiero morirme sin saber quiénes asesinaron a mi hija, aunque me duela”, concluye, con profunda pena.

https://web.observador.cl/fiscal-que-investiga-asesinato-de-nicole-saavedra-el-caso-es-complejo-cuando-no-hay-testigos/

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