Las mujeres no deben renunciar jamás al derecho de ser respetadas siempre

Publicado el at 04/08/2017
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opinion de funador del diario el observador
Roberto Silva- Periodista – Fundador de “El Observador”

Cuentan que al interior de la última junta del Partido Demócrata Cristiano, la senadora Carolina Goic, con la calma que la caracteriza y sin titubear, aseguró que ella no se podía quedar mirando para el techo, haciéndose como que no se daba cuenta que la denuncia contra Ricardo Rincón implicaba un asunto de violencia intrafamiliar, una acusación de violencia contra su ex pareja, un tema de género que afectaba a todas las mujeres de Chile.

Es más, Carolina Goic les dijo a los parlamentarios DC y a todos los que asistieron a esa reunión, que se trataba de sostener un estándar moral respecto de los candidatos y por lo tanto, no podía aceptar ni como mujer, ni como senadora, ni como presidenta del partido, ni como candidata presidencial, que su propio partido llevara a una persona acusada de agredir a una mujer.

Se había pensado que ella había quedado muy mal el domingo, pero ayer demostró todo su coraje y su fuerza interior. A pesar de todos los pájaros de mal agüero, de las propuestas para que se bajara, de los abrazos y gritos de alegría que habían dado los hermanitos Rincón, ella anunció que seguía en carrera para la Presidencia de la República y que Ricardo Rincón no sería candidato a diputado por la DC, y que eso además de ser su decisión, era un acuerdo de la directiva y bancadas del partido.

Le subieron los bonos a Carolina Goic por su convicción que el partido no podía llevar de candidato a una persona que fue sentenciada por un juez por violencia intrafamiliar y que además le ordenó una terapia por seis meses, que hasta el día de hoy el arrogante Rincón no se ha dignado cumplir.

El panorama siempre estuvo más o menos claro. Era un asunto de sentido común. No nos podemos olvidar que Goic reemplaza al senador Pizarro, acusado de recibir -a través de sus hijos- dineros de Soquimich, por unas asesorías “habladas”, que ellos le habrían hecho a la empresa del yerno de Pinochet.

Pero, ¿por qué es tan importante la estabilidad del partido Demócrata Cristiano? Porque ideológicamente se le considera un partido de centro, es decir, el que permite que haya partidos a la izquierda y a la derecha”.

O sea, Carolina Goic viene del lado limpio de la política, viene del escaso sector con tejado de vidrio, donde nadie puede acusarla de nada oscuro. Por eso no se apura al hablar para expresar ordenadamente sus convicciones.

Tal como lo había escrito el martes pasado, la solución lógica al problema de la DC era que Carolina Goic siguiera siendo candidata presidencial del partido y Ricardo Rincón no se repostulara como diputado.

Pero, ¿por qué es tan importante la estabilidad del partido Demócrata Cristiano?

Porque ideológicamente se le considera un partido de centro, es decir, el que permite que haya partidos a la izquierda y a la derecha. De algún modo habilita desde el centro los dos grupos de sus extremos. Volvió a quedar claro que Chile tiene tres tercios políticos, pero también volvió a quedar claro que los que se creían izquierda, ahora ya tienen otros grupos más a la izquierda (Frente Amplio) y lo mismo le pasa a la derecha, donde hay grupos que se sienten mucho más a la derecha que ellos.

Lo que los ciudadanos queremos es que el sistema político nos dé gobernabilidad, es decir, que las instituciones funcionen y que se nos respeten nuestros derechos y nosotros cumplamos nuestros deberes. Todo eso pasa cuando hay estabilidad política, (o pasa cualquier cosa si falta, como en Venezuela). No se puede vivir en democracia si no hay esa estabilidad que nos da gobernabilidad.

Bien por Goic, bien por las mujeres de Chile que ganaron otro punto en el irrenunciable respeto hacia ellas, bien por la DC, y sobre todo, bien por nuestra democracia.

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