Además de árbitro profesional, fue presidente del Rotary Club, jefe de personal en Cemento Melón y directivo de Unión La Calera
LA CALERA.- Pese a haber nacido y vivido gran parte de su juventud en San Felipe, Daniel Fernando Toro Foncea dejó una huella en La Calera que no será olvidada, pues se destacó en diversos ámbitos del quehacer comunal. Vivió una vida tan rica en aventuras como en amistades que, tras su muerte, aún lloran su partida durante este fin de semana a la edad de 83 años.
Fernando, como lo llamaban, nació en San Felipe, donde estudió la enseñanza media para luego ingresar a la Escuela de Aviación, sin embargo, la repentina muerte de su madre truncó su carrera como aviador y debió irse a la capital a trabajar.
Según cuenta su hijo Jorge Toro, su primer trabajo de importancia fue en Cemento Melón, sin embargo, también asumió cargos en otras empresas de renombre como Lan Chile, el Indap y diversas entidades bancarias antes de regresar a Cemento Melón como jefe de personal, lo que dio comienzo también a su relación con La Calera a mediados de los años 80.
ÁRBITRO
La activa vida de Fernando lo llevó además a tener diversas actividades en las que también destacó, siendo una de las más trascendentes su faceta de árbitro de fútbol a la que llegó casi por casualidad. Según cuenta su esposa Carmen Mora, “fue árbitro a poco tiempo de habernos casado, él llegaba muy temprano a nuestro departamento y un día vio una oferta de clases de árbitro y para entretenerse en algo se metió”, cuenta.
Su gran desempeño en esta faceta lo llevó a ser el juez nada menos que de un duelo entre Colo Colo y Santos de Brasil, cuya máxima figura era el “rey del fútbol”, Pelé. Sin embargo, con el paso de los años, Fernando debió dejar el arbitraje, no por falta de ganas, sino por una promesa, según cuenta su mujer, “él me prometió que se retiraría del arbitraje cuando tuviéramos una hija y tuvo que cumplirlo”, contó entre risas.
ROTARY CLUB, UNIÓN LA CALERA Y CEMENTO MELÓN
Desde que se radicó en La Calera en 1986, no hizo más que destacar tanto en su trabajo como también en el resto de sus actividades, llegando a ser presidente del Rotary Club de la comuna, y también un destacado dirigente de Unión La Calera entre 1994 y 2007.
Lamentablemente, durante los últimos meses Fernando sufría de una grave condición coronaria que requería una intervención quirúrgica, sin embargo debido a su edad y a su precario estado de salud en general la familia decidió aprovechar sus días cuanto fuera posible y así fue hasta la tarde del sábado 3 de agosto, cuando, mientras esperaban la llegada de uno de sus hijos y recibía los cuidados de su esposa, su cansado corazón dejó de latir.
El cuerpo de Daniel Toro Foncea fue sepultado en el Cementerio Parque del Recuerdo en Las Condes, Santiago, donde fue despedido por su esposa, sus tres hijos –Fernando Mauricio, Jorge Daniel y Carmen Gloria- además de parientes y cercanos que le brindaron un sentido adiós.
