El camino largo del campeón

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Roberto Silva Binvignat Director

 

Llama la atención, por decirlo de alguna manera, el largo camino que tiene que recorrer el flamante campeón de Primera B, para volver a la Primera A, o más bien, para conseguir el objetivo que realmente se ha trazado. Porque la meta final y más grande -el verdadero triunfo- es que Unión La Calera vuelva a la División de Honor.

Por eso es que resulta extraño que tras alcanzar la tercera estrella, es decir, titularse campeón -que no es otra cosa que ser el mejor entre sus pares- el verdadero triunfo que es “subir”, no llegue de inmediato.

El célebre llamado “fantasma del descenso” no desapareció con tamaño logro. Inexplicable, porque el éxito de ser campeón debería absolver cualquier pecado, superar cualquier exigencia secundaria y resaltar el importantísimo logro.

Ok, está bien. Vallas que colocó la ANFP. Pero además de ser campeón y posteriormente evitar el descenso (y terminan goleando al verdadero y único “capo” de provincia), se le vuelve a exigir: derrotar a San Marcos de Arica, triunfador del torneo anterior. ¿No es mucho? Y en dos partidos.

Que la ANFP se equivoque, no es novedad. Pero creo que esta vez se ensañó. El esfuerzo de los dirigidos del excelente director técnico Víctor Riveros es loable, épico e increíble. No daban un peso por ellos, apostaban a ganador que caían a Tercera División, especialmente por la tabla de coeficiente (algo tan difícil de calcular como el sistema D’Hondt de las pasadas parlamentarias), pero no dieron el gusto y ahora pueden mirar desde arriba al resto de los equipos de la B.

VER ADEMÁS: Unión La Calera se consagró campeón de la Primera B

Entonces, hay que superar a Arica y después… otra prueba más. Parece un chiste, Unión La Calera salió campeón de la Primera B. Y esta crítica no tiene color de camiseta. ¿Cuándo habían existido tantas trabas para que un campeón lograra el verdadero objetivo?

Salir campeón, evitar el descenso, vencer a Arica en ida y vuelta, y como si fuera poco, luego hay que vencer al último de la Primera A. Insisto que parece chiste. Es que no creo que en la historia del fútbol nacional exista un plantel al que le hayan pedido tanto para conseguir el verdadero éxito.

Afortunadamente esto se repararía a contar del próximo año, cuando vuelvan los campeonatos largos en el que descenderían los últimos y ascenderían los primeros, siendo torneos más equilibrados y justos; donde los clubes puedan valorar los logros obtenidos y no pasen al olvido las estrellas conseguidas con tanto esfuerzo y trabajo.

 

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