Quillota: Robaron en burdel donde pasaron horas de sexo y alcohol

Publicado el at 13/01/2020
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Carabineros supo que algo andaba mal cuando encontró estacionado auto con una pistola adentro

QUILLOTA.- Este martes, ya era de madrugada cuando cuatro hombres llegaron hasta una cada ubicada en calle Pudeto 897. Según la descripción hecha en una audiencia del Juzgado de Garantía de Quillota por el fiscal César Astudillo Ibaceta, este lugar funciona como “prostíbulo clandestino”.

Llegaron a bordo de un automóvil que no tenía patente a la vista. Además, tenía vidrios polarizados. Apenas entraron, ofrecieron 500 mil pesos para ser atendidos de forma exclusiva durante toda la noche.

Pasaron un rato, entre música, alcohol y diversión, hasta que de un momento a otro la cosa cambió. El cuarteto fue hasta donde el “regente” y lo amenazaron, obligándolo a pasarles el dinero que estaba a esa hora en la “casa de citas”. No lograron mucho, pues apenas consiguieron 69 mil pesos. Por eso, uno de los sujetos, que andaba con chalas, le quitó las zapatillas al encargado del lugar.

LAS SOSPECHAS DE CARABINEROS

Mientras eso pasaba adentro de la casa, a las 3:30 de la madrugada, una patrulla de Carabineros realizaba ronda preventiva por el sector. Uno de los policías advirtió la presencia del vehículo, un Hyundai Elantra, cuyo valor podría ascender a los 15 millones de pesos. Les llamó la atención que estuviera sin patente y con los vidrios polarizados.

Por eso se bajaron a inspeccionarlo y se dieron cuenta que las puertas no tenían seguro. Sobre uno de los asientos traseros, había una pistola, por lo que decidieron ir más allá en la inspección.

Desde adentro de la casa, los sujetos se dieron cuenta que estaba Carabineros. Por eso, intentaron escapar por los patios de las casas vecinas. Los funcionarios policiales se percataron e iniciaron una persecución, logrando capturar a tres de los cuatro individuos, a pocos metros del lugar.

Los detenidos fueron Damián Matías Arredondo Peila, de 20 años, quien registra antecedentes por hurto simple y porte de arma cortante o punzante; Osvaldo Francisco Terrazas Morales, de 36 años, alias “El Chino Terrazas”, con antecedentes por secuestro, conducción en estado de ebriedad con daños y lesiones leves, e infracción a la Ley 20.000 (control de estupefacientes); y Jerson Andrés Terrazas Morales, de 30 años, con antecedentes por lesiones leves.

Lo que impactó a los policías vino después: al revisarlos, encontró en las vestimentas de Jerson Terrazas el dinero robado minutos antes; el “Chino Terrazas” llevaba puestas las zapatillas del encargado del local nocturno y una pistola punto 40 con mira laser y convertida para disparar hasta 40 tiros de una sola vez. Además, tenía una caja de 40 cartuchos para el arma, que registra encargo por robo.

Los sujetos además tenían en su poder una segunda arma calibre 22 con más de 30 cartuchos. En el vehículo, se hallaron cartuchos para un arma de mayor calibre.

EN PRISIÓN PREVENTIVA

La Fiscalía llevó a los detenidos ante el Tribunal de Garantía, acompañados de las especies y las armas. En la audiencia, les formalizaron cargos por los delitos de robo con intimidación, violación de morada, receptación, porte y tenencia de armas de fuego, porte de municiones y porte de arma prohibidas.

Dadas las cualidades del hecho, la audiencia se extendió por más de una hora y estuvo a cargo del fiscal César Astudillo Ibaceta, quien argumentó que los sujetos revisten un peligro, por lo que pidió que quedaran en prisión preventiva. El Tribunal acogió la solicitud, por lo que fueron conducidos por Gendarmería a la Cárcel de Seguridad de Valparaíso.

El propio fiscal del Ministerio Publico comentó que una de las cosas que más llama la atención, “es el alto poder de fuego que ellos tenían”.

“Portaban armas convencionales de fábrica e incluso una de ellas con mira laser y dos cargadores. Vale decir, no sólo para disparar aquella munición que cabe en un cargador, sino que inmediatamente cargar con el otro cargador y seguir disparando”, indicó el fiscal.

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