A los adultos mayores del sector se les hace reparto a domicilio de estos almuerzos
SAN FELIPE.- Producto de la pandemia por Covid-19, el comedor de la capilla Santa María de la Esperanza, ubicada en el centro de la Villa Industrial en San Felipe, comenzó a funcionar antes de tiempo para ir en ayuda de las familias que lo están pasando mal a consecuencia de esta crisis sanitaria.
Mayeiza Cortés Maldonado, voluntaria del Hogar de Cristo y vecina de la Villa Renacer, señala que ha sido gracias a la ayuda desinteresada del trabajado social Jaime Vásquez -que siempre ha estado presente en la población- junto a la hermana Rosa Troncoso y el padre Gustavo Adolfo Morales, actual párroco de la Catedral de San Felipe, que la olla común ha sido posible.
“Entregamos cerca de 260 almuerzos, tres personas cocinan y dos somos las que repartimos los almuerzos a los adultos mayores del sector, además de la ayuda de las dos hermanas que están a cargo de la capilla”, comenta Cortés.
Agrega esta voluntaria que “esta olla común se hace todos los años, pero comienza más tarde, es un comedor abierto, pero ahora se empezó antes y se va a extender hasta diciembre”.
Hasta ahora la olla común funciona con aportes voluntarios y anónimos que llegan a la Catedral de San Felipe, donde son recibidos por el padre Gustavo Adolfo.
