Además, era bien amigo de sus clientes, quienes lo pasaban a ver a su negocio para jugar y comprar, pero también para “arreglar el mundo” en largas conversaciones
SAN FELIPE.- Amable, de sonrisa amplia, de corazón generoso y siempre dispuesto a ayudar a quien llegara a su local. Así describen sus familiares a Fernando Enrique Jara Catalán, quien fue un conocido comerciante sanfelipeño y que la noche del pasado lunes, a sus 57 años, falleció luego de dar una dura batalla contra un cáncer de colón terminal.
Nació el 10 de febrero de 1963 producto del amor entre Raúl y Evangelina -sus padres-, convirtiéndose así en el “concho” de la familia, entre sus hermanos mayores Sergio, Luisa, Patricio y Jorge.
Varios años más tarde, siendo ya un adulto, formó su propia familia junto a Elizabeth Reyes Rivera con quien entró a militar el año 83′ por la Democracia Cristiana y tuvo dos hijos, Felipe y Arantxa. Por razones de la vida, vivió una época muy difícil en lo laboral motivo que lo impulsó a adquirir los derechos de agente oficial de Polla y Lotería junto a su esposa.
Inicialmente el local que consiguieron instalar estaba ubicado en la parte baja del edificio Caracol Los Portales, frente a la plaza de armas. Tiempo después, el negocio se cambió a calle Merced, lugar que todos relacionan con Fernando Jara, donde se podía encontrar confites, juegos de azar y otros productos.
En su local no solo era habital ver a sus clientes jugar y comprar productos, también llegaban allí “para conversar con él, tratando de “arreglar el mundo””, cuenta su sobrina Carolina Jara Caniguante.
Agrega su sobrina que “desde que se supo de su cáncer, la clientela aumentó, ya que Fernando empezó a compartir recetas, transmitir el cómo estar bien y vivir con esta enfermedad, estuvo en varios servicios hablando con personas con cáncer, transmitiéndoles fortaleza, y “pelearla hasta el final””, cuenta.
Cabe señalar que este próximo 8 de agosto Fernando y Elizabeth hubieran cumplido 36 años como pareja.
