Cambio en la velocidad máxima urbana

Publicado el at 16/08/2018
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Esta semana ha estado en la polémica el cambio de velocidad máxima en zonas urbanas -de 50 a 60 km/h- donde nos encontramos con algunas cosas que se podrían haber hecho de mejor forma en su implementación, por ejemplo, que las señaléticas coincidieran con la ley antes de la puesta en vigencia de la misma. También vemos cómo parte de la población ve esta modificación como un negocio de los municipios para incrementar los ingresos en las tesorerías por concepto de infracciones, pero eso nos aleja del espíritu de la ley.

José Luis Araos Ardiles Presidente Colegio de Expertos en Prevención de Riesgos A.G. Región de Valparaíso

Especialistas en rescate vehicular señalan como ejemplo que sufrir una caída desde un edificio de tres pisos de altura equivale al impacto que recibe el peatón contra un vehículo a 50 km/h, y que el impacto a 60 km/h equivale a una caída de siete pisos, esto explica el porqué de esta disminución que al sentir del conductor pudiese ser insignificante pero a los ojos de los especialistas es fundamental para colocar la línea entre la vida y la muerte.

Otra de las justificaciones propias de nuestras conductas tiene relación con extrapolar la responsabilidad a terceros, en este caso a los peatones, algo que tiene una raíz muy razonable, ya que en nuestro país, los peatones cruzamos a mitad de calle, con luz roja, sobre todo en ciudades como la nuestra y en lugares como la Ruta 5 norte observamos conductas absolutamente temerarias en Artificio. Pero para esto se debe considerar la palabra “conducta”, algo que se consigue en los primeros años de la escolaridad y que debe ser parte de la estructura educacional y del hogar.

Sin embargo, esos cambios los veremos en 20 años, la inmediatez tristemente se corrige con infracciones, ya que lamentablemente si no tenemos una “amonestación” como se menciona en el mundo laboral, las personas no alteramos las conductas, con esto último se indica producto del miedo al cambio o al cambiar las conductas.

Los quillotanos conocemos las dificultades que implican los cambios en el tránsito, los que superamos las tres décadas aun tenemos en nuestro subconsciente la dirección de las calles que había antes del cambio de la línea férrea y hubo muchos accidentes. Por esto habrá que tener paciencia porque veremos muchas infracciones, pero a la larga veremos menos fallecidos por exceso de velocidad y eso es lo que realmente hace valioso este aporte legal.

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