Sandra Acuña Torres
Presidenta UNCO Adultos Mayores de La Calera
Consejera Asesora Provincial de Senama
Hablar de lo que significa ser pensionado el día de hoy, me lleva a pensar en la gran desigualdad que existe en nuestra sociedad.
Luego de trabajar 30, 35 o 40 años imponiendo constantemente, una persona piensa que el día en que se jubile podrá recién descansar y disfrutar de ese “júbilo”, luego de haber sacado a sus hijos adelante. Pero el modelo de AFP al que obligaron a integrarse a todos los trabajadores -pues por ende siempre se confía en los funcionarios que atienden las oficinas públicas y privadas-, la mayoría, al cumplir los 60 o 65 años edad (según sea mujer u hombre para pensionarse), sueña que se tendrá una vida para disfrutar.
Pero la desilusión afecta a todos los pensionados, que al recibir una jubilación que ni siquiera alcanza para cubrir sus necesidades básicas, se dan cuenta que tras haber entregado todas sus energías, el agotamiento físico y síquico los embarga al ver que la realidad no es como se la dijeron.
Da tristeza ver que funcionarios de todo ámbito -público y privado- hayan caído a la pobreza más grande y que nunca imaginaron. Ver que -casi en lo general- el trabajador que impuso toda su vida está recibiendo una pensión más baja que otras personas que impusieron o lo hicieron en menor medida e, incluso, no aportaron nada.
El sistema de AFP es lo más nefasto que se ha implantado en nuestro país, por eso doy todo mi apoyo al movimiento NO + AFP. Creo que el sistema de pensiones debe cambiarse y el Estado debe reinstaurar sistemas similares a los que había antes, como aquellos de Empleados Particulares y Públicos y, por qué no, como el sistema de las Fuerzas Armadas y Ejército de Chile, con todas las garantías y beneficios que estas instituciones han tenido durante décadas.
Es necesario un cambio radical, la cantidad de población adulto mayor se incrementa a pasos agigantados y cada día vemos aumentar la pobreza por tanta desigualdad. Basta de parches, se necesitan soluciones, pero no a largo plazo, pues tal como lo reafirmé al suscribir la “Declaración de Ypacarai”, emanada de la IV Reunión de la Sociedad Civil de América Latina y el Caribe, que se llevó a cabo el año 2017 en Paraguay y en la cual participé como dirigente: “Reafirmamos la necesidad de cambiar el enfoque subsidiario y asistencialista de las políticas, por un enfoque de derechos que promueva la reducción de la desigualdad y la inequidad. El disfrute pleno de nuestros derechos debe ser aquí y ahora”.
